Este domingo, 29 de octubre, a las 3 de la madrugada serán las 2 y muchos de vosotros estaréis ya pensando en los efectos del cambio de hora en términos de salud, bienestar y descanso.

¿POR QUÉ SE PRODUCE EL CAMBIO DE HORA?

La aplicación del horario de verano e invierno comenzó de forma generalizada en 1974 como consecuencia de la primera crisis del petróleo. El objetivo era aprovechar mejor la luz del sol y hacerlo coincidir con la jornada laboral, aunque a día de hoy, muchos son los que dudan sobre el ahorro real del consumo de energía.

EFECTOS DEL CAMBIO DE HORA

Como manda ya la tradición, el último sábado de octubre nos iremos a la cama y amaneceremos el domingo con una hora más de descanso, algo que vendrá muy bien a los más dormilones. Sin embargo, también seremos testigos de otros efectos del cambio de hora no tan positivos que están relacionados con el apetito, el humor o el cansancio.

PROBLEMAS DE SUEÑO

Como es lógico, los efectos del cambio de hora se notan de forma negativa en la calidad de nuestro descanso, ya que se producen alteraciones del sueño. Es verdad que el primer día dormiremos una hora más, sin embargo, nuestros horarios se desestabilizan un poco.  Las personas que son más sensibles a estos cambios son los ancianos y los niños.

CAMBIOS EN EL ESTADO DE HUMOR

Los cambios en el estado de humor pueden ser consecuencia de no descansar bien, pero también pueden ser consecuencia de las tardes con menos horas de sol. Hay personas que al oscurecer antes reducen las salidas e incluso se ponen tristes.

ALTERACIÓN DEL APETITO

Los primeros días notaremos que nuestro estómago nos dice que necesita comida más tarde de lo habitual. Esto es porque cuando sean, por ejemplo, las 2 de la tarde, en realidad serán las 1. Es probable que tardemos un poco en adaptarnos.

RENDIMIENTO FÍSICO E INTELECTUAL

Como consecuencia de los efectos del cambio de hora anteriores, podemos enfrentarnos a una mayor sensación de fatiga y cansancio, por lo que nuestro rendimiento físico e intelectual puede verse mermado.

NUESTRAS RECOMENDACIONES

• Realiza una adaptación progresiva
• Ten un poco de paciencia, pronto tu organismo volverá a la normalidad
• Mantén un estilo de vida saludable
• Vigila tu equipo de descanso, puede ser que ya haya llegado la hora de renovarlo